Hoy el MERCOSUR no sólo intenta abrir el
comercio entre sus países miembros sino también con el resto del mundo, a
través de la tarifa externa común; a pesar de la constante búsqueda por
una posible integración económica hasta social, se encuentran ciertos detalles
que han imposibilitado lograr ésta en su totalidad, como no
encontrar aranceles cero intrazona en toda la mercancía
(especialmente en la azucarera y automotriz) o los posibles desacuerdos entre
los Estados partes, especialmente en la escogencia de un
impuesto externo común.
En cuanto a Venezuela, al igual que
Chile, Bolivia y Perú es considerado como un país asociado; el cual
exportará sin aranceles a partir de agosto diversos productos a países
del Mercado Común del Sur (Mercosur), al que ingresó como Estado
asociado. En el caso particular de Venezuela, los productos que
inicialmente entran a formar parte de la cartera de ofertas al MERCOSUR, son
los derivados de aluminio, acero, atún y sardinas; cabe destacar
que los bienes y servicios que logre nuestro país colocar al Mercado común son
aquellos bienes que presentan un valor agregado, es decir materia primas procesadas y en la mayoría de
las veces terminadas. Con la adhesión de Venezuela al Mercosur, los productos
venezolanos ingresarán en los países del bloque sin aranceles; se
necesita inversión importante para obtener mecanismos necesarios
que exploten eficazmente los productos a exportación, lo que genera en
el país no solo avance económico, sino también tecnológico, sociocultural
y hasta político ya que es expuesta a una constante actividad
diplomática para llevar a cabo las distintas operaciones e
intercambios necesarios en el comercio exterior.
Además de suspender a Paraguay por la
crisis política que derivó en la destitución del presidente Fernando Lugo,
Argentina, Brasil y Uruguay decidieron la semana pasada que Venezuela se
incorporará como miembro pleno del Mercosur a partir del próximo 31 de
julio. La decisión ha dividido opiniones en el país, pues mientras unos
sectores ven una oportunidad para desarrollar una oferta exportable basada en
la petroquímica y la metalurgia, o que beneficie a las pequeñas y medianas
empresas, otros advierten sobre los efectos para los nacionales de la entrada
de productos argentinos y brasileños.
“No se trata de abrir el mercado
venezolano para recibir las exportaciones de Brasil y Argentina, países con un
desarrollo industrial y agroindustrial muy superior al de Venezuela”, dijo
Víctor Álvarez, exministro de Industrias en la primera década del Gobierno del
presidente Hugo Chávez.
El ahora investigador del Centro
Internacional Miranda de estudios económicos, políticos y sociales señaló que
Venezuela tendrá un plazo de cuatro años para adoptar todo el acervo normativo
del grupo y, adicionalmente, negociar “para asegurar una transferencia de
tecnología que industrialice al país”. A su juicio, la “estrategia de negociación” nacional debe
garantizar que se desarrolle una oferta exportable basada en “una portentosa
industria petroquímica y metalúrgica”, en primer lugar.
“La ventaja de aliarse con Argentina y Brasil es que son
países que tienen larga tradición en el desarrollo de los sectores
petroquímico, metalúrgico, de maquinaria y equipos”, opinó Álvarez, para quien
“Venezuela no necesita más mercancías”.
El presidente de la Cámara Venezolana
Colombiana (Cavecol), José Alberto Russián, dijo que el sector productivo
tradicional “está bastante preocupado” por el ingreso en el corto plazo de la
oferta exportable de Argentina y Brasil. Indicó que los productores locales ya están preocupados por
las exportaciones de Colombia, reguladas con un reciente acuerdo tras la salida
de Venezuela de la Comunidad Andina, y que, a su juicio, “no tienen la magnitud
de las de Brasil ni Argentina”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario